martes, 18 de agosto de 2009

ESTRÉS

El estrés, es la respuesta del cuerpo a condiciones externas que perturban el equilibrio emocional. El resultado fisiológico de este proceso es un deseo de huir de la situación que lo provoca, o confrontarla violentamente.
En esta reacción participan casi todos lo órganos y funciones del cuerpo: cerebro, nervios, corazón, flujo sanguíneo, nivel hormonal, digestión y función muscular.
El estrés produce cambios químicos en el cuerpo: El cerebro envía señales químicas que activan la secreción de hormonas (como la adrenalina).Las hormonas inician una reacción en cadena en el organismo: el corazón late más rápido y la presión arterial sube; la sangre es desviada de los intestinos a los músculos para huir del peligro y el nivel de insulina aumenta para permitir que el cuerpo metabolice más energía. Estas reacciones permiten evitar el peligro. A corto plazo, no son dañinas. Pero si la situación persiste, la fatiga resultante es nociva.Las situaciones de estrés también pueden estimular un exceso de ácido estomacal, lo que puede dar como resultado una úlcera; contraer arterias ya dañadas, aumentando la presión y precipitando una angina o un paro cardiaco. De la misma forma, el estrés provoca pérdida o aumento de apetito, con la consecuente variación de peso que esto supone.
Algunos síntomas del estrés son: Ansiedad, dolor en la espalda, estreñimiento o diarrea, depresión, fatiga, dolor de cabeza, hipertensión, insomnio.
Con las exigencias actuales del día, un nivel de estrés es inevitable y en ocasiones, hasta necesario. Sin embargo, cuando el estrés afecta nuestra calidad de vida, debemos tomar medidas. El estrés debe tratarse de manera integral.